El esfuerzo es muy grande, pero la recompensa es mayor
Los jóvenes en la edad de primaria y secundaria no tienen más remedio que competir en dos actividades paralelas y con objetivos muy distintos. Con el futbol empiezan por buscar una distracción divertida que en seguida se convierte en el entretenimiento principal en las vidas de estos, más tarde ese entretenimiento se convierte en un compromiso lleno de obligaciones y sacrificio. Los estudios, actividad obligada en la formación personal que con el tiempo los dirige a una preparación en la formación académica, no se quedan atrás en cuanto al sacrificio que comporta por su compromiso y responsabilidad, máxime cuando hay que llevar las dos actividades hacia adelante. Sin olvidar que con esa edad, también existen otras motivaciones.
Asumiendo esto, no nos queda más remedio que buscar elementos para que a estos jóvenes, reconociéndoles el esfuerzo que realizan, procuren no caer en el abandono, hecho que ocurre con el paso del tiempo siendo la actividad damnificada, en la mayoría de los casos, la de los estudios, la que no debería abandonar nunca. Es por ello que padres, entorno, entrenadores y clubes hemos de estar preparados para concienciar a estos jóvenes que estudiar no tiene fecha de caducidad en la carrera de nuestras vidas y más que nos pese, en el futbol de competición, sí que existe un final.
Todos jugamos un papel importante, pero considero que los entrenadores y los clubes deben buscar elementos que estimulen para que ningún futbolista se olvide de estudiar ya que es imprescindible para seguir sumando en todos los aspectos de la vida, incluido el fútbol. Soluciones y propuestas pueden haber muchas, la más importante es la comunicación entre todos con un solo mensaje