¿Quién se siente goleador?
El pasado viernes 24 de noviembre de 2017, Leo Messi, en la entrega de su cuarta bota de oro (trofeo otorgado anualmente por el conglomerado de medios deportivos, que premia al mayor goleador de las ligas europeas de máxima categoría de acuerdo con un sistema de puntos ponderados), explicaba delante de los medios que no se siente un goleador.
Un jugador que desde 1994 en Newell’s hasta día de hoy ha marcado un total de 862 goles, en 886 partidos, no se considera un goleador.
Llevo días pensando el porqué de su afirmación, y encuentro algunos datos que me gustaría compartir, sólo en su etapa como jugador del primer equipo culé, Leo ha dado 199 asistencias de gol, pero luego me doy cuenta que Luís Suárez, considerado uno de los mejores delanteros de la historia, lleva 176 asistencias, por tanto, cifras similares a Leo, es decir, los goleadores también dan asistencias.
Sigo pensando porque no se considera un goleador, y analizo su juego, Messi marca muchos de sus goles llegando desde segunda línea, normalmente marca sus goles en jugadas que ha iniciado el mismo en medio campo, el mítico toca-y-vete, da el pase y se filtra a velocidad indecente entre líneas para llegar al área y marcar. Pero a la vez, también marca goles de falta, goles de cabeza, goles de remate en área pequeña, goles de todos los colores.
Sigo pensando, y no encuentro el porqué de la afirmación, si no se siente un goleador, ¿cómo se siente Messi?
Mi sensación final, es que Messi se siente bien, estable, cómodo, padre, marido, futbolista, líder, querido, se siente afortunado, se siente feliz, tiene un entorno en el cual el gol es su última preocupación, su última obsesión, y el gol llega a su juego de forma natural. Messi se ha convertido en “el mejor goleador de la historia” sin querer.
fotografía @ImMESS10nante